Es bonito salir en la foto y sentirse protagonista de un proyecto de interés para los ciudadanos, lo feo es quedarse en el pavoneo del momento y no hacer nada para desarrollar el proyecto.
Exactamente es lo que ha pasado con la concejala de participación ciudadana de Cáceres y el Reglamento de Participación aprobado por todos los grupos políticos del consistorio y que está vigente, aunque esta señora no se ha enterado.
Ahora, en este momento, después de más de seis meses de su aprobación, de tres de entrada en vigencia, no se han realizado las tareas necesarias para cumplir con lo reglamentado. Esto traerá graves consecuencias a tan corto plazo que puede llamarse presente.
Estamos en una situación donde no se han creado los Consejos de Distritos, ni el registro de ciudadanos que voluntariamente deseen participar.
Tampoco se ha aprobado ni se conoce el modelo general y las normas metodológicas que establecen los procedimientos participativos.
Todo esto es necesario para, como simple ejemplo, cumplir con el requisito previo de participación ciudadana en la aprobación de los presupuestos del ayuntamiento para el año 2009.
Falta responsabilidad y trabajo para quien tiene en sus manos la obligación de desarrollar todo esto y sobra ignorancia, prepotencia y presunción.
Si quien otorgó la delegación de la concejalía a esta persona no exige responsabilidades, entonces será la propia Carmen Heras la culpable de la situación.
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