En menos de dos décadas, el mundo ha conocido a muchos hombres y mujeres promotores de libertad y de esperanza. Aunque de todos hay que aprender, en sus ideas y actitudes, hoy recuerdo a dos que en la diferencia de circustancias en las que definieron sus formas de defender a sus correspondientes naciones y aplicaron sus criterios con verdadera maestría. De hecho, la perseverancia en los procedimientos les llevó a la victoria electoral a ambos en sus respectivos paises.
Nelson, el galardonado Premio Nobel de la Paz, consiguió la victoria en su querida Sudáfrica no solo con los votos de la mayoría de la población del país, sino con la "perdida de miedo" por su previamente anunciada victoria por parte de la minoria que no le votó. En un escenario social perturbado y violento, donde en muchos casos no se respetaron los derechos humanos y donde se podría pedir desde lo más profundo de la miseria humana venganza. Nelson, anuló el miedo.
Con constancia y firmeza trasladó a sus oponentes que su victoria sería la victoria de todos y que lo imposible de parar, no traería el mal a los que no ganaran las elecciones. Con firmeza defendió la Paz y la Unidad de todos los sudafricanos y los despojó del miedo a su triunfo haciendose de todos y para todos.
Barak, una década más tarde, imprimió otra actitud para con los demás. En la nación con población más plural del planeta, donde existen más diferencias, triunfó perseverando en la empatía. Pinerse en el lugar de los demás para conocerlos mejor, para saber como piensan y como reaccionan, para poder darles soluciones. Perseverancia en la Empatía. Y trinfó.
Octubre 2009
Hoy, pocos meses posteriores a la victoria electoral de Obama, ambos líderes mencionados disfrutan del mismo premio, el Nobel de la Paz.
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